Reiki,
antiguo método sanador, fue descubierto a mediados del siglo XIX por el doctor Mickao Usui, a quien también se le debe su
resurgimiento.
El Dr.
Usui era un monje cristiano en Japón, aunque japonés. Era el cabeza de la Escuela de Chicos Cristianos en Japón. Un día alguno
de sus estudiantes le preguntó si creía en los milagros que Jesús hizo (resucitar a los difuntos, etc.). Siendo un monje cristiano
respondió: "Sí". Ellos le preguntaron si sabía cómo Jesús los hacía. "No", contestó él.
En estas que se decidió a encontrar la manera en que Jesús curaba. Esto inmediatamente le puso en
una búsqueda de muchos años. Primero estudiando en las escuelas cristianas de los Estados Unidos, donde seguir aprendiendo
sobre Jesús, pero sin resultados. En las escuelas cristianas el método era desconocido.
El
Dr. Usui, no sólo dominaba el japonés, el chino y el inglés, sino también el sánscrito. Tiempo después
regresó a Japón, donde se descubrió algunos símbolos y fórmulas sánscritas en viejos sutras budistas que parecían contener
las respuestas a sus interrogantes.
Se le sugirió que estudiara las escrituras budistas, puesto que el Buda mismo también sanaba. Esto
le tomó más años de estudios en monasterios de Oriente. En ninguna parte pudo encontrar las respuestas. En Japón recorrió
todos los monasterios preguntando por cómo Jesús o el Buda sanaban. En cada uno los monjes dijeron que estaban más interesados
en el bienestar espiritual que en el físico. En un pequeño monasterio encontró una antigua escritura sánscrita del Tíbet.
Después de unos años más de estudio, sintió que había llegado a una comprensión y que para ir más lejos requería meditar profundamente.
Declaró a los monjes de ese monasterio su intención de ayunar y meditar durante 21 días en un monte cercano y que si él no
volvía deberían ir a buscar su cuerpo fallecido.
Se fue a la montaña y juntó 21 piedras con las cuales contar los días. Cada día daba la vuelta a una
piedra y así contaba el tiempo. En el día número 21 nada había sucedido cuando le dio la vuelta a la piedra y se dijo, "Bien,
esta es la cosa, o consigo la respuesta hoy o no la consigo". En ese momento en el horizonte pudo ver una bola de luz avanzando
hacia él. El primer instinto fue de apartarse de su dirección, pero se dio cuenta de que eso podía ser justamente lo que había
estado esperando, así que dejó que le diera justo en la cara. En el momento que le golpeó fue raptado en un trance y se le
mostraron burbujas de todos los colores del arco iris en las cuales estaban los símbolos del Reiki, los mismísimos símbolos
de las escrituras tibetanas que estaba estudiando pero que había sido incapaz de comprender. Ahora que los volvía a mirar,
había una total comprensión.
Al volver de esta experiencia comenzó a descender la montaña y fue, desde ese momento en adelante,
capaz de curar. El primer día solamente ya sanó un dedo de su pie que estaba roto, su propia inanición, una muela enferma
y la postración del Abad que lo tenía inválido. Estos se conocieron como sus primeros cuatro milagros.
Decidiendo que debía usar estas habilidades para ayudar a otros, pasó los siguientes siete años en
la zona de mendigos de Tokyo sanando a los pobres y a los enfermos de allí, asistiéndoles para encontrar trabajo y elevándoles
por encima de la pobreza. Después de los siete años comenzó a notar caras familiares, aquellas de quienes había curado anteriormente
y que habían vuelto. Preguntándoles, estos se quejaron de que la vida fuera del arrabal era demasiado dura y que era mucho
más fácil mendigar para vivir. Habían desperdiciado el don de la salud, como si no valiera nada, para volver al supuesto confort
de la vida que conocían.
Esto le planteó a Usui un dilema y se volvió al monasterio. Allí se dio cuenta de que no les había
enseñado gratitud junto con la sanación. De que se había enfocado en los trastornos físicos sin tratar con los asuntos
espirituales. La gente no había comprendido el valor del don que les había hecho.
El Dr. Usui volvió al monasterio para seguir reflexionando y haciendo planes. Después de un tiempo
en el monasterio llegó a una estrategia diferente. En este nuevo plan viajaría por todo el país, de pueblo en pueblo. En cada
uno se situaría en un lugar público durante el día, sosteniendo una antorcha en alto. Cuando la gente le preguntara porqué
estaba haciendo esa cosa tan loca, su respuesta sería que estaba buscando a los pocos interesados en mejorarse a sí mismos.
De esta manera viajaría enseñando y curando, trabajando a la vez con la curación espiritual tanto como con la física.
Durante esos viajes se encontró con el Dr. Chujiro Hayashi, un comandante naval en la reserva. El
provenía de una familia muy pudiente y educada. Se encontró con el Dr. Usui en el mercado sosteniendo una antorcha y anunciando
su conferencia en un templo cercano.
El Dr. Hayashi quedó muy impresionado por la sinceridad y la convicción del Dr. Usui. Cuando éste
le pidió que le acompañara en sus viajes, el Dr. Hayashi aceptó. Y viajaron enseñando y curando. Cuando el Dr. Usui falleció,
el Dr. Hayashi se convirtió en el líder del Reiki.
El Dr. Hayashi falleció el martes 10 de Mayo de 1940. Eso fue justo antes de la 2ª Guerra Mundial
y estaba claro que Japón entraría en la guerra. Siendo un oficial en la reserva, el Dr. Hayashi sabía que sería llamado al
deber y que eso le haría responsable de matar a mucha gente. Eso no lo quería hacer, así que determinó terminar con su vida.
Además deseaba, y lo hizo, pasar el liderazgo del Reiki a la Sra. Takata (quizás porque ella no estaría en Japón
y así estaría relativamente a salvo y capaz de continuar la práctica).
Ella enseñó a otros 22 maestros Reiki antes de su propia muerte en 1980.
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